Descripción
- Prevención y tratamiento de osteoporosis
- Disminuye calambres
- Interviene en el desarrollo de tejido óseo
- Recuperación de fracturas
El CARTÍLAGO DE TIBURÓN es una sustancia animal con gran riqueza en proteínas (que asciende a un 40% de su composición química) carbohidratos complejos, calcio, fósforo, colágeno y sulfato de condroitin entre otros. Esto ha hecho que sean recomendadas sus propiedades como antiinflamatorio, estimulador del sistema inmunológico y angiogénico.
Además de colágeno y sulfato de condroitina, el cartílago de tiburón contiene una serie de carbohidratos complejos, denominados mucopolisacáridos, que tanto en piel como en mucosa se asocian con el colágeno. Aumenta sus propiedades de revitalizar los cartílagos de las articulaciones. Por este motivo numerosos deportistas de alto rendimiento lo usan para el mantenimiento de sus articulaciones, evitando así lesiones inesperadas.
Desde la perspectiva de la nutrición sus productos proporcionan una gran cantidad de proteínas de alto valor biológico, lo que implica incluir todos los aminoácidos esenciales.
Motivo por el cual se las han indicado en dietas de crecimiento y desarrollo muscular.
El uso más conocido y probablemente el más efectivo del cartílago de tiburón está relacionado con la prevención de inflamaciones y dolores en las articulaciones, ayuda a lubricarlos al intervenir en la regeneración del líquido sinovial.
El líquido sinovial se aloja entre las articulaciones, actuando como amortiguador al realizar movimientos.
Su importante aporte en calcio y proteínas permite que la ingesta de productos con cartílago de tiburón ayude a reforzar notablemente el sistema óseo de modo natural. Con referencia a ello, resulta muy útil para tratar afecciones óseas graves y degenerativas, del tipo de la osteoporosis.
El CALCIO DE OSTRAS (carbonato de calcio) además de su función en la construcción y mantenimiento de huesos y dientes, el calcio también tiene numerosas funciones metabolismo. Afecta la función de transporte de las membranas celulares, actuando como un estabilizador de la membrana. También influye en la transmisión de iones a través de las membranas, y la liberación de neurotransmisores. Se requiere calcio en la transmisión nerviosa y en la regulación de los latidos cardiacos. El equilibrio adecuado de los iones de calcio, sodio, potasio, y magnesio mantiene el tono muscular y controla la irritabilidad nerviosa.
ESTA INFORMACIÓN NO PRETENDE REEMPLAZAR EL CONSEJO DE SU MÉDICO DE CABECERA.
NO PODEMOS, NI DAMOS RECOMENDACIONES MEDICAS O DE SALUD.
